jueves, 10 de febrero de 2011

Palabras en el viento...(2º parte)

No te vayas de mi lado, nunca te alejes, perdona los sentimientos de odio que en ti he provocado, perdona todo el daño que tu alma ha recibido. No me dejes en el amargo dolor del silencio, cuando sabes que te digo la verdad, fui el verdugo de tu libertad, pero, solo quise compartir mi soledad. Sabes que tú siempre fuiste más que un compañero, tú has sido único en mi vida, mi amado, mi caballero. Tú eres mi bien más preciado, mi única posesión, sabes que es la única verdad, una verdad más fuerte que un diamante, tu corazón es el mío salvaje e indomable. Solo puedo decirte, que eres mi inspiración, te encontré una tarde de primavera, cuando más te necesitaba. En realidad no sé quién eres, pero curare las lágrimas que nazcan de tus malos recuerdos, solo una cosa te pido. “No te vayas, de mi lado”. Porque Veo tus ojos, me pierdo en el mar de tu ternura, tu alma es tan pura que no quiero perderte, tengo miedo de que te alejes, tengo miedo y no puedo hacer nada para que no te alejes, pero que puedo hacer si eres libre y no tengo el valor para decirte que te necesito, perdóname por todo el mal que deje tras de mí, no puedo creer lo que hice, no puedo creer que no puedo hacer nada por ti, perdóname por todo el daño que le cause a tu corazón. UN día me atreví a salir de la penumbra para que me conocieras cuando menos lo esperabas, fingiendo ser un seductor. Te arrastre hasta mi mar sinuoso… a este mi mundo de fantasías y de sueños. Fuiste mi mayor anhelo. Descubrí; tu noble corazón. Nuestro único error fue pensar que estábamos destinados a estar juntos por siempre. Más que acariciarnos soñamos despiertos tomados de la mano. Creyendo que el destino nos había marcado el sendero para estar juntos, amándonos y soñando con el amor eterno. Fuiste una ilusión que se quedara para siempre en mí. Gracias por creer en mí… Lo hiciste en el momento justo y necesario. Hoy se que existe la nobleza en ti. Ahora sabemos que tan bien podemos ser humildes, no solo somos dos seres engreídos llenos de vanidad y de deseo. Ahora es que entiendo que tan semejantes somos. Porque solo de esa manera podría explicar cómo es que lloraron nuestros corazones al escucharnos hablar por última vez. Escuche el latir de tu corazón, alcance a distinguir el triste susurro de las lágrimas que en ti brotaron. No me hizo feliz el saber que lloraste. Disculpa por todo lo que calle y negué. Solo lo hice para no lastimar…A ti que me hiciste pasar momentos felices… gracias. ¡Por favor! No dejes que el rencor abrace a tu corazón. No permitas que el dolor hable. Muéstrate como realmente eres…Noble, fuerte pero a la vez tierno y con mucho amor en tu corazón. Me diste tanto por tantos días, tantas noches, tanto tiempo y nunca supe dar las gracias de la forma correcta, siempre estuviste ahí cuando te necesite mas no pude corresponder tu entrega, me brindaste tu amistad, amor, apoyo, protección y con el pasar del tiempo solo lograba agradecerte con un abrazo ocasional y sé que eso no basta. Contigo aprendí a caminar, aprendí a vivir con humildad, aprendí lo que es el respeto, la pasión por la vida y la responsabilidad que significa vivirla... junto a ti... junto a ti conquiste montes y atravesé tormentos, conquiste miedos y supere obstáculos que hubieran sido imposibles sin ti, y no es hasta ahora que me doy cuenta de lo que soy gracias a ti. Por ti soy hombre, por ti soy humano, hermano y amigo. Por ti crecí y descubrí el mundo y nunca hallare las palabras, las acciones ni toda una vida serian suficientes para agradecerte...

lunes, 7 de febrero de 2011

La cajita de cristal...(esto no lo he escrito yo)

La amistad es una cajita de cristal. Pequeña, transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor.Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca.Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu cajita de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior de terciopelo. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes.Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es. Su esencia oculta entre los pliegues del terciopelo de tu cajita de cristal.A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia.Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes.Es aquello por lo que darías todo.Menos tu cajita de cristal…